Finalizar una presentación de manera eficaz es crucial, ya sea que estés haciendo una presentación ante los inversores, dirigiendo una reunión de la junta directiva o realizando una presentación de ventas. La conclusión es lo que permanece en la mente de tu audiencia e influye en sus decisiones, acciones y percepciones.
Las reuniones de la junta suelen incluir presentaciones basadas en datos en las que se deben tomar decisiones clave. Un resumen claro al final garantiza que todos estén alineados y listos para tomar medidas en función de la información presentada.
«En resumen, nuestro desempeño en el tercer trimestre superó las expectativas con un aumento del 15% en los ingresos, el lanzamiento de dos nuevos productos y una mejor tasa de retención de clientes. De ahora en adelante, nuestras prioridades deberían ser ampliar el presupuesto de marketing y acelerar nuestra estrategia de transformación digital».
Este enfoque garantiza que los responsables de la toma de decisiones recuerden los puntos críticos y puedan continuar con confianza con discusiones informadas.
Cuando pronuncies un discurso motivador o te dirijas a un público amplio sobre temas visionarios, una cita bien elegida puede resumir tu mensaje y dejar a tus oyentes inspirados.
«Como dijo Peter Drucker: «La mejor manera de predecir el futuro es creándolo». Comprometámonos a construir un futuro en el que la innovación y el liderazgo impulsen el éxito sostenible».
Las citas resumen las grandes ideas en pocas palabras y, a menudo, se comparten, lo que ayuda a que tu mensaje resuene durante más tiempo en la audiencia.
En los argumentos de venta o las presentaciones consultivas, es crucial involucrar a la audiencia. Terminar con una pregunta convincente estimula la conversación y te posiciona como un líder de opinión.
«¿Qué significaría para su empresa duplicar sus ingresos en los próximos 12 meses? Eso es exactamente lo que nuestra solución está diseñada para lograr».
Esta pregunta empuja sutilmente al cliente potencial a imaginar el éxito y enmarca su oferta como la clave para desbloquear ese potencial.
A la hora de impulsar las conversiones, es imprescindible contar con un fuerte llamado a la acción. Ya sea que solicites un registro, una compra o una mayor interacción, tu CTA debe ser directa y fácil de aplicar.
«Inscríbase hoy mismo y nuestro equipo le ofrecerá una demostración personalizada para mostrarle cómo esta solución puede transformar sus operaciones en cuestión de semanas».
Los inversores no solo están interesados en los números, sino que invierten en personas e historias. Una narrativa bien elaborada que se vincule con su negocio o solución puede tener un fuerte impacto emocional.
«Hace dos años, casi tuvimos que cerrar nuestras puertas. Pero fue esa presión la que nos empujó a innovar y crear el producto que nos enorgullece presentar hoy, una solución que ahora está a punto de revolucionar la industria».
Las historias humanizan su mensaje, lo que lo hace fácil de identificar y memorable, lo cual es clave a la hora de buscar inversiones.
El humor puede ser una excelente manera de concluir con una nota positiva, especialmente en las reuniones internas del equipo o en las sesiones de lluvia de ideas creativas. Relaja la atmósfera y hace que los participantes se sientan conectados.
«Ahora que hemos revolucionado nuestra forma de pensar sobre las pausas para tomar café, ¡vayamos a tomarnos una nosotros mismos!»
El humor rompe el hielo y deja a todos con una sonrisa, lo que fomenta una dinámica de equipo positiva.
Cuando se presentan desafíos, terminar con una solución clara proporciona un cierre y una dirección. Esto es particularmente efectivo en los talleres de resolución de problemas o en las sesiones de estrategia.
«En conclusión, para superar la caída de nuestra cuota de mercado, debemos centrarnos en tres estrategias clave: optimizar nuestra línea de productos, mejorar la experiencia del cliente y aumentar el conocimiento de la marca a través de campañas específicas».
Este enfoque crea una sensación de resolución y acción, lo que ayuda a los equipos a centrarse en los próximos pasos.
A veces, las imágenes dicen más que las palabras. Incorporar una imagen poderosa o un elemento simbólico puede dejar una impresión duradera, especialmente en presentaciones creativas o de marketing.
Sostener un objeto simbólico, como una bombilla
«Esta bombilla representa el núcleo de nuestra campaña: impulsar la innovación en todos los hogares del país».
Las imágenes y los accesorios atraen a más sentidos, lo que hace que su mensaje sea más impactante y fácil de recordar.
Pintar una imagen convincente del futuro alinea a tu audiencia con tu visión y los motiva para ser parte de ese viaje.
«Imagine un mundo en el que la conectividad sea perfecta y permita a todos lograr más: este es el futuro que estamos construyendo con nuestra última innovación».
La inspiración es contagiosa. Terminar con una declaración visionaria puede generar entusiasmo y aceptación para tus ideas.
Un cierre respetuoso y atractivo, seguido de una sesión de preguntas y respuestas, demuestra su aprecio por el tiempo de su audiencia y fomenta la interacción.
«Gracias por su atención. Estaré encantado de responder a cualquier pregunta que tenga a medida que profundizamos en este fascinante tema».
Expresar gratitud y abrirse a las preguntas demuestra profesionalismo y señala que valoras la participación de la audiencia.
Se trata de una técnica clásica iniciada por el fundador de Apple, Steve Jobs, un narrador por excelencia. Si tuviste la suerte de ver alguna de las presentaciones principales de Jobs, especialmente en torno al lanzamiento de productos icónicos como el iPhone, hay una estrategia que él siempre ha seguido. Una técnica que llegó a ser tan icónica como su característico atuendo negro de cuello alto y vaqueros azules.
Justo cuando el público creía que la presentación había terminado, Jobs bromeaba: «Una cosa más». Puede ver una recopilación de estas observaciones aquí - https://youtu.be/cO-2NAl7Sm0?t=111. Jobs siempre guardaba un elemento sorpresa que solo descubría al final de la presentación para que el público tuviera un poderoso recordatorio o recuerdo para llevar a casa. Por supuesto, puede que no tenga sentido copiar ciegamente a un maestro narrador como Steve Jobs, pero no cabe duda de que puedes pensar en el principio que subyace a esta técnica y adaptarla a tu personalidad y contexto.